Mi Libro de Sueños (Relatos en Medio Oriente)

jueves, agosto 31, 2006

BENIM KITABIM RÜYALARI



"RELATOS de SUEÑOS"


TURQUIA VERANO DE 2006

Dedicado especialmente a la memoria de mi querido padre y a todos los que me animaron a hacer este viaje maravilloso por esa magnífica cultura que nunca dejó de sorprenderme. A mi familia y amigos que estuvieron conmigo en cada llamada, en cada mail, en esta experiencia "inolvidable" que Allah me regaló. A todos los "turcos y turcas" que me abrieron su corazón y compartieron su hogar. Al maravilloso Karadeniz, a sus noches de paz y de amor.

TESSEKUR EDERIM TURKIYE!!!

SENI COK COK COK SEVIYORUM!!!

miércoles, agosto 30, 2006

UN SUEÑO EN BLANCO Y NEGRO

Para el hombre armado de la lágrima brillante. Para esa gota que por momentos pareció brillar en el adiós.






El ruido de un auto enfurecido detuvo su marcha sobre la calle mojada y fría. Un hombre ofuzcado y fuera de sus cabales descendió impaciente y desmedido. La triste lluvia goteaba en suspenso con olor a invierno en decadencia, no cesaba de caer fina, espesa y molesta sobre aquel rostro apenado y amargo como el invierno mismo.

La atmósfera se debatía en silencio entre sentimientos encontrados y recuerdos agonizantes. A pocos metros de la escena los ojos estupefactos de una mujer observaban con sigilo esa imagen humana arrasada y desvastada por la venganza y la insensatez.

Pero el tiempo corre, la vida avanza, todo pasa: la pasión, el amor, el odio, todo sigue su curso por las sendas del destino, y así el silencio logró escuchar los latidos de sus corazones vibrantes.

Luego la claridad del día gris dejó un leve y sutil reflejo en aquella sombra del hombre que acongojado caminaba con un arma en la mano, se marchaba, se alejaba, se desdibujaba cada vez más ante el asombro contenido de la mujer y su alma.

Abatido y tembloroso, él se iba, partía, se esfumaba, pero al final del camino interrumpió sus pasos y sin pensar se dió vuelta hacia ella. En ese giro lento y borroso brilló una incontenible y transparente lágrima.


martes, agosto 29, 2006

¡AY FUE SOLO UN SUEÑO!

Dedicado a Graciela, la única, la insoslayable, la fortaleza en persona, mi AMIGA de siempre, cómplice compañera de lágrimas claras y oscuras.
Hoy fue un día feo, frío y triste. Como esos que abundan en el invierno Argentino. Se desató una fuerte tormenta que venía desde el mar, con ráfagas que doblaban las firmes palmeras de la playa de Atakum. Contra mi ventana golpeaban los verdes brazos de los guindos enfurecidos con el viento y poco a poco los cristales se rociaron con dulces jugos rojos. Oh! Allah! Allah!.
Aquí todo es al revés, nada de sudestada, ésto viene desde Rusia y desde el polo norte, ¿cómo se llamará?. De cualquier manera no importa el nombre, el mate cocido Argentino me espera humeante. Estoy muy cansada después de haber regresado de una larga caminata por las montañas y solo puedo concentrarme en el enfadado y espumoso Karadeniz mientras me relajo en un gran sillón mullido sobre la alfombra, próxima al ventanal.
No veo bien. El sonido de una canción llega a mis oídos, me persigue entremezclada con la imágen de alguien a quien le entregué mi corazón. A lo lejos El pronuncia mi nombre y continúa hablando lentamente entre mucha gente que pasa. Yo veo la gente de espalda, él ve la misma gente de frente y comienza a esquivarla. Nada entorpece sus palabras. Busca insistentemente mi mirada para hablarme desde su alma.
Un día
Nos encontramos, nos conocemos, nos sonreímos, conversamos,
nos apreciamos, nos gustamos, nos impactamos, nos llamamos,
nos escribimos, nos volvemos a encontrar, nos ilusionamos,
nos tocamos, nos besamos, nos necesitamos, nos amamos
y nos extrañamos cuando no estamos juntos.
Otro día
Nos desentendemos, nos celamos, nos olvidamos, nos aburrimos,
nos cansamos, nos peleamos, nos odiamos, nos alejamos,
nos separamos, nos decimos ¡Adiós!
¿Se acabó la magia del amor?
Al tiempo
Nos extrañamos, nos intrigamos, nos espiamos,
nos recordamos, nos necesitamos y:
te lloro, te sueño, te mando una señal, te espero,
te anhelo, te añoro, te Amo;
te acordás, me pensás, me soñás, me necesitás,
me dás una señal, me Amás.
Si este es tu amor, si este es mi amor
¿Se acabó y nos dejamos para siempre?
¿Nunca más tú y yo?
Nunca y siempre no existen, solo son dos palabras
que surgen en un momento, en una circunstancia,
en una reacción de efímeros equívocos.
¿Nunca y siempre serán nuestro pasado, presente o futuro?
¿Porqué contesta la voz intrusa de una extraña
que atraviesa tu cuerpo con su fría y calculadora razón?
¡Sigue tu camino lisonjera, vano espejismo del azar!
Tú no eres más que un refusilo en mi cielo oscuro
y yo ya conozco la luz sagrada del corazón.
Pero la gente sigue pasando y la voz no escucho más,
esa mujer la apagó por completo. Corro. Desespero.
Empujo a todos los caminantes que no se percatan de mí.
Corro y corro. Busco y él ya no está allí.
Quizás esté mañana, pasado
o en un mes cualquiera del calendario lunar.
Un invierno, un otroño, un verano volverá.
Ahora veo. La canción cesó y él vive en mí.
Como el primer día, tierno y dispuesto.
De cerca pronuncio su nombre contra el ruido
de las verdes olas del mar.
El día muere feo, frío y triste. ¿A dónde estoy?. ¡Ay!, fue solo un sueño azul. Un apetecible plato con brillantes guindas me espera, las mismas que mañana la tormenta azotará. Allah Korusum!

lunes, agosto 28, 2006

¿A DONDE ESTA EL AMOR?

Dedicado a la noble Alicia en el día de su cumpleaños, Amiga del Alma, y a todos los incesantes buscadores del amor.



El ruido del mar celeste cantaba su dulce melodía al paisaje transparente de Atakum. Alta e imponente como el cielo mismo una alta torre se erigía desafiante hacia el mar.
A lo lejos, una mujer con el alma ataviada y el corazón vacío aparece por la playa sin prisa. ¡Una buscadora del amor perdido la primavera pasada!
No es fácil continuar cuando te esconden el tesoro del amor, menos aún cuando en esa búsqueda se repite el silencio y el desaliento de no encontrar la verdad.
Pero sus pies descalzos no se detenían, caminaban, seguían, recorrían día tras días la playa desierta hasta el atardecer. Secos sus ojos se posaban sobre el agua clara y limpia del mar brillante bajo los rayos del sol. Pero a ella solo le bastaba inclinarse, tocar son sus manos el verde espejo y preguntar: ¿A dónde está el amor? reiteraba a su imágen reflejada en movimientos hasta que un lejano murmullo su oído pudo descifrar.
Impacientes y ansiosas las pupilas le llegaban al límite imaginario entre el cielo azul y el Karadeniz kerim. Con sus uñas llenas de arena y sus pies decalzos, posaba su mente extraviada en un nuevo lugar. ¿A dónde está el amor? reclamaba al niño, al anciano, al hombre, a la ciudad, pero su mirada solo a la torre llegaba a posar. ¿A dónde está la vida y la esperanza que dejé allá atrás?
Y pasaron los días, las lunas, los vientos, las brumas y mareas en aquella lejana tierra a la vera de la mar. ¿A dónde está el amor? murmuró al viento que llevaba su pañuelo hacia el sur. Se detuvo y la torre erguida inexplicablemente logró contestar ¿A dónde está tu amor?. Siempre estuvo y estará dentro de tu corazón porque de allí adentro nadie podrá tomarlo. No podrán borrarlo ni modificarlo, y estará profundamente guardado hasta que tú lo decidas cambiar. Nadie roba un sentimiento del alma, solo un cuerpo, algo material. Los sentimientos son nuestros y mueren cuando el alma los decide olvidar. ¿Cuánto más vas a buscar?. Se busca lo que se pierde, lo que se extravía, lo que no se sabe dónde está. Se busca lo que se desea y anhela, pero ¿Tú que buscas acá?
Camina erguida y firme hacia el mar, yo aquí me quedo pero tú vete ya. No busques lo que el destino te esconde más allá, solo pregúntale a tu corazón si desea olvidar.
Y desde ese día soleado partió la mujer dejando sus huellas en aquel lugar, sus días de búsqueda junto al mar. y miró hacia el cielo azul y descubrió otros caminos que en su vida estaban ya. Y comprendió que el mundo está lleno de personas que creen encontrar y aunque desencotrando siguen rutas y caminos distintos, llorando y desesperando en su incierto andar.
Ella aquí, él allá,
el antes y el después de amar
si el amor todo lo resiste
¿para qué te empeñas en llorar?

domingo, agosto 27, 2006

PRINCE CH

Dedicado al soñador número uno de "todos los soñadores del mundo", mi amigo, mi consejero, mi compinche que enjuga más de una lágrima en los tiempos de soledad



"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujandola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonrie por debajo de la que mi mano te dibuja.Me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al ciclope, nos miramos cada vez mas de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre si, se superponen y los ciclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiendose los con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuvieramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.Y si nos mordemos, el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultaneo del aliento, esa instantanea muerte es bella.Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua." (Julio Cortázar)

Sin más palabras, después de esto ¿QUÉ? solo quiero que sepas que si alguien ostentara el puesto de "presidente" del "Arca de los Soñadores" ¡serías vos!, a vos te caben los sueños, las quimeras, los anhelos y todo lo demás que pueda yo decir ... sobra! !Sos una gran persona y un excelente amigo, un incondicional! Estas letras de Cortázar son las que dedicaras a tu "corazón".

sábado, agosto 26, 2006

SOÑAR


Dedicado a "Alice" a la tierna niña que aún no vió "su país de las maravillas"

Una carta desde medio oriente:

Querida Ali, anoche soñé con vos y aún no me perdono el no haberte escrito. Sé que estás muy lejos en la distancia pero muy cerca de mi corazón desde toda la vida. Hablábamos del amor en nuestro último encuentro y quizás te quedaste esperando mis respuestas...

Aquí la paz, la tranquilidad del mar y las montañas te dan la seguridad de lo que tanto dudas cuando estás en medio de un laberinto.

"Creo que el amor es así. No tiene límites, nacionalidad ni religión pero sí necesariamente debe tener: madurez, respeto y entrega mutua. Una relación no necesariamente es amor, pero sí una historia. ¡No confundas, te lastimarás!

Se lucha por lo que vale la pena, no por lo efímero que te engaña y roba tu tiempo. Luchar, retener y cuidar a un reincidente no sirve, es pérdida de tiempo y energías. Pues ello te impide apreciar lo bueno de tu búsqueda. Recuerda: se lucha por lo valioso, no por lo inestable que te desequilibra y te enferma. El tiempo y las buenas personas que nos rodean son sabias, mirá a tu alrededor y de la comparación asomará la diferencia.

Hay quienes viven toda una vida errantes y solo consiguen quedarse con lo que merecen, con lo que les corresponde y con lo que Dios les da a su altura.

Construye un buen presente para que en el futuro éste sea tu pasado feliz.

El presente es lo que vale, el pasado ¡ya fue!; si realmente hubiera servido no estarías así.

Recuerda que el viento lo lleva con una simple briza porque no tiene raíz. Solo el árbol fuerte que creció seguro, soporta y firme de pie permanece"

SOÑAR

SOÑAR Y VIVIR, SOÑAR Y AMAR

SOÑAR Y SUFRIR, SOÑAR Y MORIR

VIVIR Y AMAR

SUFRIR Y MORIR

SOÑAR, SOÑAR,

SOÑAR Y SOÑAR

SOÑAR Y BUSCAR

BUSCAR Y ENCONTRAR

SOÑAR Y PERDER,

PERDER

¡Y DE NUEVO SOÑAR!

jueves, agosto 24, 2006

KARABASH KÖPEK



UN RELATO DE LA MONTAÑA

Dedicado a (1)KARABASH y a EMINE.

La campiña olía a verano recién llegado y a medida que nuestros pasos sentían el cansancio por el calor, grandes y enojados guardianes comenzaban a amedrentarnos.
Yo sabía las reglas básicas de conducta para la expedición y había sido advertida de la presencia de perros celosos que custodiaban de cerca a ovejas y cabras.
El guía fue el encargado de ahuyentar a los enemigos que de a poco fueron apareciendo.
Nuestra marcha continuaba entre verdes campos, tractores y pastores; y mientras subíamos la mirada se proyectaba hacia el mar celeste pintado allá abajo.
Cada pueblo que atravesábamos tenía su encanto particular, pero todos coincidían en los laboriosos campesinos, el distinguido ganado, las plantaciones de tabaco, las mezquitas tranquilas y las majestuosas fuentes de agua; lugar de encuentro obligado para intercambiar ligeros saludos de hermandad: (2)"Selamun Aleykum", (3)"Ve Aleykum Selam".
La hora del regreso era cuando los rebaños apuraban su paso cuesta abajo; y así con cada pastor arreando el ganado los sonidos de cencerros llenaron el atardecer.
Todo el lugar en armonía quedaba preso en un simple click, foco de nuevo, ángulo perfecto y otra toma para imprimir. Giro a la izquierda, otro hacia la derecha y allí estaba él, casi sin emitir un solo gemido ocupó el cuadro completo de mi cámara con su cuerpo claro, esbelto, joven y engrandecido como un victorioso gladiador.
Miré atentamente a mi alrededor pero solo él yo éramos los protagonistas en el pintoresco retrato. Los animales siguieron con sus alegres cencerros en busca de sus establos. Sin poder gritar ni alejarme por la desconfianza que inspiraba esa mirada y sus fauces; permanecí inmóvil para no entorpecer el proceso de estudio al cual el cancerbero me estaba sometiendo.
Algo en mí simpatizaba con el peligroso y atento cuidador, quizás la semejanza con Cyro mi ovejero alemán. Tomé coraje, rompí el silencio y sutilmente le murmuré algunas palabras que a su expectante oído parecieron extrañas. ¿Cómo se dirían las mismas palabras en turco? Y así por eternos minutos mantuve el murmullo y la calma.
Las manadas que pasaban se fueron alejando y allá distante en el campamento pude ver al guía que me hablaba. No quería alterar al extraño que ya erguido se había percatado de la situación. Tuve miedo que el centinela atacase bajo presión, pero aún algo en mí me transmitía confianza.
Mis murmullos se volvieron amistosas palabras y decidí hablarle como a una persona. Sin mirarlo a los ojos le comentaba lo que haríamos más tarde, al día siguiente y de las millas que había recorrido para tan sorpresivo encuentro. Nada parecía convencerle; y su desaprobación se reflejaba en el fruncido hocico negro desde donde asomaban afilados dientes blancos.
El guía no dudó un instante más, se dirigió a su mochila y con las más atinada firmeza tomó una pistola y apuntó para evitar un conflicto mayor. ¡No te muevas! me gritó a medida que se aproximaba con la mira en su pupila fija. ¡Son perros feroces!
Cerré mis ojos. Sentí el sudor frío en mi cuerpo. No podía esconder mi intención y deseos de revertir el acontecimiento. La criatura estaba a casi dos metros de mí y no quería verlo morir frente a mis ojos. Tampoco quería ser presa de sus mandíbulas, y por un segundo temí lo peor.
Sus largos pelos irizados comenzaron a acomodarse en el lomo oscuro y a pesar que sus patas temblaban por el esfuerzo y la tensión, continué hablandole de la compasión que me despertaba.
Era un ejemplar joven, fuerte y bello para morir. Aún debía demostrarla a la manada sus dotes de fiel pastor. Nada predecía aún el final. Tampoco nadie tomaba la decisión del desenlace.
El guía preparado y sin bajar los brazos con que dispararía a matar. Yo inerte sin poder ni siquiera pensar. De pronto y como era de esperarse el canino depuso su hostil actitud.
Le pedí al guía que bajase el arma y se tranquilizara, pues no presentía en el animal intenciones de ataque. Continué mi monólogo por un rato y le expliqué que su pose merecía una foto, y con determinación comencé a alejarme.
Por un instante volví una tierna mirada hacia él, sentado y dueño del maravilloso paisaje. ¡Sin duda le pertenecía desde hacía tiempo! y sonriente extendí mi mano para llamarlo. (4)"Köpek" lo apodé mientras convencido venía hacia mí con actitud amistosa aunque no muy entregado. Volvimos a acercarnos hasta que mis dedos acariciaron sus duros y gruesos pelos típicos de los rebaños de clima frío. La caricia duró poco y como pidiendo disculpas se apartó de mí para echarse en la hierba.
La noche extendió su oscuro manto frío y bajo reproches ajenos por mi osadía, cerré la carpa y me fui a dormir.
El amanecer trajo consigo un nuevo concierto de cencerros y gritos perdidos de pastores que pasaban por el lugar. Abrí los ojos y me pregunté qué sería del guardián.
Abrí la puerta de la carpa impaciente y ansiosa, y para mi sorpresa allí lo encontré, vigía nocturno del campamento. "Köpek, (5)merhaba Köpek"! lo saludé con entusiasmo, y así casi de rodillas me quedé a contemplarlo.
Los pasos de un caminante se aproximaron y decidí incorporarme para ver. Era una alta y anciana mujer, vestida de largo y pañuelo oscuro; su mirada era seria y discreta: "Selamun Aleykum" saludó al tiempo que me ofrecía un recipiente con blanco y puro yogur, pan caliente y manteca recién hecha. "Ve Aleykum Selam" le respondí mientras tomaba su ofrenda desinteresada. (Si algo ofende a un turco-musulmán es el desprecio de lo más sagrado: (6)"Ekmek"). (7)"Tessekür Ederim", agradecí a la dama mientras observaba que ordenaba a "Karabash" a retirarse de inmediato. El perro obedeció y casi como despedida bajó su mirada y tomó su puesto entre el ganado.
El guía siguió la conversación con ella en su idioma y yo quedé triste mirando a "Köpek" alejarse.
Mi amigo había roto las reglas de vigilancia la noche anterior. ¡Había dejado la manada por la guardia en el campamento!
Era la hora de partir y allá a lo lejos trepaba "Köpek" con su rebaño. Saludamos a Emine la pastora y no contuve mi ánimo de expresarle que quería a su perro. Ella no sintió celos ni se mostró molesta; solo me dijo que era cachorro, que aún no tenía un año, que había nacido en su casa y que su esposo no podría vivir sin él. Con voz calma y con gestos duros como el clima agregó: "será un excelente perro y en vano sería que Ud. lo lleve a la ciudad, su casa está aquí en la montaña, entre gritos de cabras, vacas y ovejas, entre los vientos fríos y la nieve del invierno, entre el silencio y la paz. ¡Gracias por cuidar de él durante la noche, nunca durmió fuera de casa! Solo siento que no debió exponerse al acariciarlo; aquí los perros no se contactan con la gente, por el contrario los atacan si se sienten amenazados"
Seguimos la caminata durante el día y en silencio marchamos hacia nuestro objetivo: la cima. Un dejo de melancolía acongojó mi corazón.
Emine tenía razón. Ese era su hogar, con sus bondades y desventajas, ese era su clima, sus sonidos, su paisaje. Esa será su vida en las alturas, allá donde el (8)"Ezan" lo acompaña a diario y donde las conductas se harán un hábito entre pasturas y manadas. Caerán muchas noches, seguirán muchas lunas; será fuerte y más grande; y algún día quizás entre cencerros andariegos y ladridos impacientes nos volvamos a encontrar.
En la grandeza de la creación, en la pequeñez humana, en el verde entre la bruma, en su hogar: en la inmensidad de la montaña.
(9)INSHALLAH!
(1) Cabeza negra
(2) Saludo Musulmán
(3) Contestación al saludo Musulmán
(4) Perro
(5) Hola
(6) Pan
(7) Agradecimiento
(8) Llamado a la oración Musulmana
(9) Dios lo quiera - expresión de deseo
"Información acerca del Pator de Anatolia"
Pastor de Anatolia

Fuerte y ágil, el Pastor de Anatolia tiene la cabeza fuerte y el cráneo ancho, de hocico fuerte y las orejas pequeñas e insertadas altas, son llevadas péndulas. Los ojos son oscuros o marrones. El cuello es fuerte y poderoso. De cuerpo ancho y fuerte, miembros musculados con pies grandes. El lomo es recto y un poco arqueado en la grupa. La cola la lleva muy alta, sobre todo si está alerta. Pelaje : Corto, áspero y muy denso. Color : Arena o leonado. Debido a su gran vigilancia ataca al mínimo gesto de desconfianza. Necesitan tener una educación constante y cariñosa. Aprende rápido las normas que se le imponen. Adaptado a la vida en familia es inteligente y sensible. Posee gran instinto protector llegando a atacar al mínimo movimiento, es extremadamente desconfiado con los extraños y muy vigilante. Paciente protector de los niños, pero no recomendado para jugar con ellos. Conocido con el nombre de perro de guardia turco, fue durante siglos utilizado como perro de combate o para la caza mayor. Utilizado también como perro pastor. Mientras guardaba el rebaño los lobos se mantenían alejados. Se le utiliza cada vez más como perro guardián, debiendo, entonces, estar guardado o encerrado, puesto que es tal su desconfianza con los extraños que puede morder a alguien. Con una educación especial puede ser un buen animal de compañía.

miércoles, agosto 23, 2006

MIRO POR LA VENTANA

Dedicado al caminante de las sendas de mi destino, al dueño de los días, de las noches y de los cuatro vientos.
La tarde gris y fresca se cubre de hojas secas amarillas y rojas. La atmósfera luce una capa de húmeda bruma plateada.


Miro por la ventana.


En mi habitación el paso de los minutos resuenan en mi calma. Tu imagen dulce aparece en el recuerdo feliz.

¡Hace tiempo partiste y te llevaste la risa y tus miradas de pupilas negras!

La noche comienza acaer en mi cotidiana guarida azul y media luna de plata. Tu rostro suave, joven y color aceituna refleja destellos en la desnudez de las ramas. Testigos sin copa que esperan como yo tus pasos por la alambra.



¿De qué hablabas la noche de tu partida?, con palabras sordas que mi oído celoso no llegaba a escucharlas.

¿Tenías dudas de mi corazón que al marcharte quisiste aclararlas?

Miro por la ventana; la misma que rocía mis lágrimas de transparente añoranza entre celos y arrogancia.

Nunca es tarde aunque la vida avanza; porque el recuerdo y el amor comparten nuestra almohada. ¡Creo que hoy te ví caminando con tu alegría! Venías adornando las cuadras que tus pies pisaban.



Miro por la ventana y comenzó a llover allá afuera, ¡Oh llanto del cielo también cae en mi alma!

Sé que te acuerdas de´mí y que pronto volverás con esa expresión inconfundible que solo a tus ojos, mi presencia llama.

martes, agosto 22, 2006

EL VIAJE DE AMOR

Dedicado a la Señora Carmen y a su Amor Prófugo.

Era el tiempo que de amor hablábamos, aquellos días en que jugaban nuestras manos a buscarse. ¿Cuántas bocas besó la tuya para darse cuenta que me amabas? ¿Cuántos ojos miraron los míos para entender lo que anhelaba?



Quizás pocos, quizás muchos, quizás todos, quizás nada. Solo se que el día del primer encuentro nuestros corazones supieron lo que pasaba.



Y soñamos juntos y vivimos mucho, hace tanto tanto que del ayer no queda nada.


Dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan, yo diría que donde hubo fuego se fundieron nuestras almas.
Hoy pasaron muchos años y nunca supe más de tí. El tiempo rasgó nuestros rostros y pintó las sienes de plata.

¿A dónde estarás ahora ladrón de mi corazón en estos días tristes del invierno?

Y así fue tu ruta desviada y perdida. Hoy en el recuerdo vuelves a latir.

Es tarde. Ha llegado la hora de partir. El carruaje me espera, voy a despedirme de aquí. Nada me llevo pues todo te lo dí y aunque tu amor me quitaste, más me vale el haber sido feliz.

¡Marche ya Sr.Cochero! El tiempo acabó y mi soledad tambien. ¡Dese prisa que nos vamos! Otros esperan y mi viaje terminó.